Para la industria de la venta y la distribución automáticas es de gran importancia identificar los aciertos y errores que cometen los mercados de actividad paralela y los que de alguna manera se relacionan de manera directa al constituir gran parte de la base de su clientela actual y futura.
La evolución de unos y otros, reflejo de la salud del consumo en nuestro país, es un indicador más a tener en cuenta por fabricantes y operadores para orientar sus proyectos y por eso hoy echamos una ojeada al último informe elaborado por DBK, filial del Grupo Cesce, sobre el «Mercado de la Hostelería y las Colectividades».
Son datos muy globales pero que ponen de manifiesto el cariz que ha tomado el tejido productivo español tras la crisis. El mercado de la restauración, totalmente dependiente de la economía de las familias, sigue perdiendo músculo, evolución que imitan sectores como el residencial para mayores y el catering, según el estudio.
En números el panorama sería el siguiente: «en el período 2012-2013 se redujo el número de visitas y el gasto en restaurantes, cuya facturación disminuyó un 6,5% anual, hasta los 19.050 millones de euros«. Y esta cifra podía ser algo más devastadora si no fuera por el mejor comportamiento registrado por los establecimientos de comida rápida que registran un crecimiento que compensa el descenso de la demanda de restaurantes con servicio en mesa.
A pesar de que está muy relacionada con la industria turística, la recuperación de esta no se ha notado en el sector de la restauración que evidencia su dependencia del mercado nacional. El crecimiento de la entrada de turistas extranjeros permitió que la facturación agregada de los establecimientos hoteleros alcanzara los 11.600 millones de euros en 2013, un 1% más que en el año anterior, compensando la atonía del turismo nacional.
Mientras unos pierden otros ganan. Es el caso de los hospitales privados, un buen espacio para las máquinas de vending, que su versión no benéfica creció un 0,7% en 2013, hasta los 6.165 millones de euros, sustentado en la demanda vinculada a convenios con aseguradoras, a tenor de los informes recabados por DBK. En cambio, el descenso de los niveles de ocupación, el freno a la concertación por parte de las comunidades autónomas y la notable presión sobre los precios explican la tendencia de descenso de la facturación agregada de las empresas gestoras de residencias para la tercera edad, que en 2013 se cifró en el 2%, hasta los 2.380 millones de euros.
También el mercado de catering se vio afectado por la política de contención de gastos aplicada por empresas y Administraciones públicas, que motivaron un descenso cercano al 4% en 2013. Entre competencia y aliado, este es un dato muy a tener en cuenta, sobre todo, por las empresas operadoras que se dedican a ofrecer un servicio de comedor automático que pueden encontrar una nueva vía de entrada a los organismos públicos.
El número de restaurantes abiertos en enero de 2013 era de unos 72.300, un 1% menos que en el año anterior, mientras que el número de establecimientos de bebidas se redujo un 1,4%, hasta los 194.500. Tras haber aumentado durante los diez años anteriores, el número total de establecimientos hoteleros registró también un descenso del 1,4%.
A comienzos de 2013 se contabilizaban 789 hospitales, incluyendo públicos y privados, uno menos que en 2012, mientras que el número de camas se redujo en cerca de 500 unidades, hasta el entorno de las 162.000. El sector de residencias para la tercera edad es el único de los analizados en el que se apreció un crecimiento de la oferta, acercándose a las 364.000 plazas.
El Informe también comparte las previsiones para este año, evolución que andaría en la misma línea que lo vivido el pasado año. Crecería la facturación para hoteles y hospitales, en torno a un 2,6% y un 1,9% aproximadamente, mientras que los restaurantes caerían de nuevo alrededor de un 2,2% en volumen económico, las residencias para mayores un 2,3% y el catering un 1,1%.